El estrés laboral: un nuevo factor de riesgo. ¿Qué sabemos y qué podemos hacer?

 



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Los estudios de estrés, causas y posibles soluciones han sido parte del desarrollo medico que ahora toma más fuerza en el ámbito laboral. Cada vez se hace más difícil realizar un correcto estudio objetivo del estrés, puesto que la perspectiva de manejo de emociones y capacidad de reacción es distinta en  cada persona, con esta afirmación parte el estudio científico realizado en este artículo, debido a que si esto fuera así el estrés significaría algo muy distinto para cada persona y no podría tomarse como un tema de salud y estudio científico.  

El presente artículo nos muestra los tipos de teorías aplicadas para reconocer  y diferenciar los síntomas que podemos vivir por un largo periodo de estrés laboral en la que muchos de nosotros podemos estar pasando pero se toma muy desapercibido.

Una investigación realizada en Suecia demostró que cerca del 10% de los trabajadores a nivel global están afectados de estrés crónico para la salud que a su vez desencadenan una serie de enfermedades vasculares, el agotamiento, la presión arterial, alteraciones de sueño e incluso enfermedades depresivas. De esta manera este estudio aporta al presente artículo la definición de “reacción estresante” la conexión particular entre el mundo laboral y el cuerpo humano.

Los siguientes son algunos conocimientos científicos desde el punto de vista de investigación:

  •          El reflejo de los síntomas de estrés aparecen por la diferencia entre lo que se exige cada persona y lo que se puede lograr.
  •          La activación constante del estrés o por un periodo de larga duración provoca un deterioro del proceso normal fisiológico del ser humano.
  •          El estrés es siempre una reacción ante una situación en específica la cual puede suponer para cada persona un reto o una amenaza.
  •          La respuesta al estrés se diferencia de los recursos con los cuales cuenta cada persona como conocimientos y experiencia. Pero también del apoyo que reciba de sus cargos superiores.


Todos estos estudios acerca de la salud de un trabajador promedio a nivel mundial reflejan un resultado de aspecto preocupante, pues nos indica que las enfermedades cardiovasculares, digestivas e inclusive muertes por infarto en personas menores de 55 años podrían evitarse. Como vemos las consecuencias son infinitas y no basta solo con reconocerlas es necesario actuar de forma rápida, cada empresa es responsable de manejar un nivel adecuado de trabajo, de evitar largas y extensas jornadas de trabajo y de aplicar medidas de estimulación, mejoramiento en oportunidades de ascenso, seguridad en el empleo, entre otras. Si bien cada persona tiene capacidad de respuesta distinta, se necesita poner un foco de atención tanto medico como político para incentivar la salud en el trabajo. 

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